domingo, 13 de febrero de 2022

UN SOLO MEDIADOR

 




 “Porque hay un solo Dios,

y un solo mediador entre Dios y los hombres,

Jesucristo hombre”

1 Timoteo 2:5

 

N

uestra fe es monoteísta, es decir cree que hay un solo Dios. No es que existan varios dioses, ni siquiera un Dios y otros dioses menores. Las civilizaciones de la Antigüedad como el Imperio Egipcio, la cultura griega o la romana, tenían una gran cantidad de dioses. En general todos los pueblos antiguos eran politeístas y los más primitivos eran animistas, teniendo la naturaleza misma como objeto de adoración, espíritus supuestamente de la tierra, el agua, los bosques, etc. Estos últimos practicaban la magia y la hechicería. Podríamos decir que hay una progresión o evolución desde la magia a la religión politeísta y luego a la fe monoteísta. Tres religiones hay en el mundo actual que son monoteístas: El Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. Sin embargo, el politeísmo y la magia de una u otra forma tratan de introducirse en el monoteísmo, contaminándolo, horadándolo, pervirtiéndolo. Esto sucede especialmente en el Cristianismo. 

Hay una lucha permanente de la verdadera fe cristiana por preservar el principio de que hay un solo Dios y sólo a Él debe adorarse. En la Biblia son numerosos los personajes admirables, desde los patriarcas hasta los apóstoles, pasando por los profetas y reyes del Antiguo Testamento hasta los mismos padres de Jesús, pero nuestra admiración no debe transformarse en adoración ni motivo de divinización de sus personas “Porque hay un solo Dios”. También la Historia de nuestra fe registra grandes y virtuosos nombres de creyentes que vivieron bajo la voluntad de Dios, pero eso no será motivo para endiosarlos, toda vez que ellos fueron también humanos con defectos y debilidades. Lamentablemente gran parte del cristianismo ha caído en esa divinización de las personas. Aún muchos veneran a sus muertos más allá del recuerdo cariñoso que se pueda tener por un ser querido. La Palabra de Dios es muy clara al decir en el primer mandamiento de Dios: 1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: / 2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. / 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.” (Éxodo 20:1) 

Todo ser u objeto adorado aparte de Dios, la Biblia lo considera “ídolo”: “4 Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. / 5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), / 6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.” (1 Corintios 8:4-6) 

La otra tentación es instalar a seres humanos, personajes bíblicos o históricos, en el rol de mediadores. La Biblia es muy clara, existe “un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Jesucristo fue el que murió por la Humanidad pecadora y no otro; Él y sólo Él entregó Su vida por nosotros para darnos la salvación. Él medió entre el Hombre y Dios y lo sigue haciendo al interceder por nosotros ante el Padre. Aquí hay un punto importante a aclarar: al decir que Jesucristo intercede como nuestro Abogado y Sumo Sacerdote ante el Padre, se podría caer en el error de pensar que Jesús es un Dios menor al Padre, pero no debemos olvidar que Jesucristo es el Hijo y que, en unión con el Espíritu Santo, conforman un solo Dios con el Padre. La verdad teológica de la Santísima Trinidad es una verdad claramente bíblica y Jesús la expresa cuando envía a Sus discípulos a anunciar el Evangelio: 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; / 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (San Mateo 28:19,20) 

Si bien es cierto son tres Personas, es un solo Dios. Por eso dice “en el nombre” y no usa un plural, no dice “en los nombres”. Pero volviendo al tema de la mediación exclusiva de Jesucristo, recordemos Sus Palabras en las que recalca que Él es el único camino a Dios: “4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. / 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?  / 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.  / 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.” (San Juan 14:4-7) 

Él es la Puerta de entrada al Reino de Dios: “7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. / 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.  / 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.” (San Juan 10:7-9)   

Además, este Mediador es nuestro Pastor que ha dado Su vida por nosotros: “11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. / 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. / 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. / 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, / 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.” (San Juan 10:11-15)   

Como Mediador es el Sacerdote que intercede por nosotros: “6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. / 7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; / 8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. / 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, / 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. / 11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy.” (San Juan 17:6-11) 

Como en los tiempos de los apóstoles, hoy también es necesario volver a recalcar e insistir que “… hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” Basta con un Mediador cuya mediación es perfecta y plenamente satisfactoria. Solo a Él nos dirigimos en oración, alabamos y adoramos, pidiendo Su intercesión ante el Padre Eterno. 

 

© Pastor Iván Tapia

pastorivantapia1983@gmail.com

 

 


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