martes, 23 de junio de 2015

CRISTO ES NUESTRA ROCA



Queridos amigos:

Nos llama la atención la cantidad de veces en que el libro de Salmos compara a Dios con una roca. “El solamente es mi roca y Mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho” (Salmos 62:2) dice el texto que memorizamos este mes. De las 20 ocasiones citemos tres más, a modo de ejemplo:

“Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.” (Salmos 18:2)

“Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme.” (Salmos 31:2)

“Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra” (Salmos 144:1)

De todos estos salmos, David es el escritor inspirado. Él ha tenido que huir del rey Saúl, esconderse en los cerros, batallar contra sus enemigos y obviamente las rocas en altura han sido su lugar de refugio. La confianza en Dios le ha hecho victorioso en sus luchas y la compañía del Señor ha llenado de fe su soledad; Dios ha sido como una roca en la que encontró refugio seguro, defensa contra el ataque de los enemigos, una fortaleza inexpugnable, un verdadero castillo espiritual.

Decimos que David, el pastor de ovejas, poeta y futuro rey de Israel, es el escritor de estos salmos porque su Autor es Dios mismo, quien los inspiró. El salmista alaba, agradece y pide a Dios que le adiestre para las batallas de la vida y confía que no resbalará mucho, pues está afirmado sobre la Roca de los siglos.

Esta Roca es Jesucristo. Nosotros también, como el salmista, podemos confiar a Él toda nuestra vida y así dejar de vivir atemorizados por las circunstancias o el futuro, culpables por nuestras debilidades y errores, deprimidos por la soledad y los problemas. Entregue todo esto a Jesús para que Él sea su castillo, su libertador, su fortaleza, su escudo, su fuerza, su alto refugio, su Redentor, su gloria, su  porción, su Padre, su Dios, su roca fuerte, su roca de confianza y su salvación, tal como lo fue del rey David.