jueves, 22 de febrero de 2018

SEAMOS AGRADECIDOS CON NUESTROS TUTORES


“El que es enseñado en la palabra,
haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.”
Gálatas 6:6
 


¡Cuán importante es conocer la voluntad de Aquél que nos pensó en la eternidad y luego nos creó para nacer y hacer toda una vida en esta tierra! No somos hijos del azar ni de la casualidad, sino de la voluntad y deseo de Uno que es eterno e inteligente, un amante Padre Celestial. Podemos conocer Sus pensamientos y Su voluntad para con Sus criaturas (seres humanos, animales, vegetales, minerales, etc.) leyendo ese manual de vida llamado La Biblia. En este libro sagrado usted podrá encontrar no sólo bellas y dramáticas historias, sino también poesía, reflexiones espirituales y consejos para la vida diaria.  

Pero como es un gran libro, una verdadera colección de escritos de muchos escritores a través de varios siglos, de culturas distintas a la nuestra, a veces es necesario que alguien más adelantado que nosotros en conocimientos espirituales, nos guíe en su comprensión e interpretación. Son una gran cantidad de escritores inspirados por un solo Autor. Doy gracias a Dios porque he tenido, desde mis inicios en el camino de Cristo, hermanos sabios y entendidos en la Palabra de Dios, que supieron enseñarme con amor y paciencia a comprenderla, pero sobre todo a practicarla. 

Si usted está siendo enseñado en la Biblia, sea agradecido con su maestro o tutor en el Evangelio y demuéstreselo con gestos que expresen esa gratitud. Será una forma práctica de decirle a Dios, a través de ese hombre o mujer: “Gracias Señor.”