domingo, 5 de junio de 2022

LOGRAR LO IMPOSIBLE O LA FE DEL CIELO

 


“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”

San Marcos 9:23

 

S

e piensa que Marcos escribió su Evangelio de acuerdo a lo que el apóstol Pedro le dictó o narró. Cuenta en este suceso acerca de la sanidad de un muchacho endemoniado. Jesús, después de bajar del monte de la transfiguración, “llegó a donde estaban los discípulos” y vio. Aquí es interesante observar que nos introducimos por unos segundos, por decirlo así, en el cuerpo del Señor: Él “vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos.” Eso es lo que Jesús miró y vio. El relato es vívido, natural, sencillo. Ahora “toda la gente, viéndole, se asombró”. Entonces corren a él para saludarlo. 

Jesús les pregunta que discutían con los apóstoles, a lo que uno de ellos le dice: “…Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, / el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.” (San Marcos 9:17,18) 

Jesús exclama molesto “… ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.” (San Marcos 9:19) Trata de incrédulos a todos en ese momento, a los discípulos que no creyeron en el poder del Espíritu Santo y al padre que, como se verá más adelante, le cuesta creer. 

Le trajeron al muchacho y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al joven revolcándose y echando espumarajos por la boca, lo que hoy se diagnosticaría como ataque epiléptico. El Señor le preguntó cuánto tiempo le sucedía aquello y el padre le dijo que desde niño y que a veces caía en el fuego o en el agua como si el demonio quisiera matarlo. 

El padre desesperado le rogó a Jesús: “…si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.”  (San Marcos 9:22) y Jesús le respondió: “…Si puedes creer, al que cree todo le es posible.” (San Marcos 9:23) ¿Se percatan que ambos, el padre del muchacho y Jesús, utilizan el “si condicional”? El padre parece insinuar que tal vez Jesús no podría hacerlo o es inseguro que lo haga, puede que lo haga como puede que no lo haga. Y Jesús le responde también con un condicional, “si puedes creer”, insinuando que tal vez no pueda creer. El padre está rogando a Jesús que haga algo por el niño, desde su pobre fe, una fe endeble, que es y no es. El Maestro le enseña que debe creer para que sea posible. En otras partes del Evangelio responde: “… Conforme a vuestra fe os sea hecho.” (San Mateo 9:29) 

Inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: “…Creo; ayuda mi incredulidad.” (San Marcos 9:24) Nuevamente nos ubicamos en los ojos de Jesús, vio que la multitud se agolpaba… y reprendió: “… Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.” (San Marcos 9:25) Si el espíritu es mudo no puede hablar y si es sordo no podría escuchar a Jesús mas, como espíritu escucha, aunque no tenga oídos, pero Jesús quiere mostrarnos Su poder Divino que está más allá de toda lógica humana. 

El espíritu gritaba y se sacudía con violencia en el muchacho hasta que salió y el joven quedó como muerto. El Señor le tomó de la mano, lo enderezó y el joven se levantó. Cuando el Maestro entró en casa (Jesús estaba en una casa, no vivía como a veces se piensa, durmiendo a la intemperie) los discípulos le preguntaron por qué no habían podido echar fuera el demonio del joven y Él les explicó que ese género o clase de demonios con nada puede salir sino con oración y ayuno. Ellos no habían orado ni ayunado como su Maestro que estaba premunido con el poder del Espíritu Santo: “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” (Hechos 10:38) 

Este pasaje de la vida de Jesús nos enseña principalmente la importancia de la fe. Como humanos, habiendo visto tanta desgracia en el mundo, enfermedad y muerte, incluso entre los más creyentes, nuestra tendencia es a dudar. Pero Jesús nos pide que hagamos un esfuerzo y creamos. La fe humana es poca y no sirve, entonces tendremos que acudir a la fe Divina, esa fe que Dios da y es un don de Él. Que Jesús ayude a nuestra incredulidad dándonos la fe del Cielo, pero sobre todo que Él actúe y haga los milagros de salud, vida, prosperidad, sanidad interior y crecimiento espiritual que necesitamos. Pidámosle al Todopoderoso que nos bendiga con esa fe. 

Oración: Padre, te damos gracias por Tu Palabra que nos estimula a buscar la fe del Cielo y creer que, así como en los tiempos de Jesús y los apóstoles, hoy día también puedes hacer milagros entre nosotros. Son tantos los enfermos, los moribundos, los pobres, los necesitados de Tu ayuda para superar sus problemas y para creer en Ti y Tu Evangelio. Como ayer, utiliza esos prodigios, señales y milagros para señalar que eres el Dios Verdadero. Concédenos el don de la fe para creer sin dudar. Te lo rogamos en el poderoso nombre de Tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Amén.

 

 

© Pastor Iván Tapia

pastorivantapia1983@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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