jueves, 14 de noviembre de 2019

TESTIMONIO DEL PASTOR IVÁN TAPIA.


Pastor Iván Tapia y su esposa, Maestra Elena Montaner.


Conocí al Señor Jesucristo el año 1975 a través de mi primo Pedro Tapia y de un joven predicador, que en ese entonces estudiaba en el Instituto Teológico Bautista de Santiago de Chile, Josué Muñoz, quien hoy pastorea una congregación en Estados Unidos. Recuerdo que el hermano ministró con gran unción acerca de la tentación de Cristo en el desierto después de su ayuno de 40 días y de la respuesta que da nuestro Maestro cuando Satanás lo insta a convertir las piedras en pan. Yo estaba terminando mis estudios en la Universidad de Chile para Especialista en Educación de Ciegos, carrera por la cual sentía una gran vocación, pero había en mi alma tal vacío y hambre de la Verdad, que el comentario de Mateo 4:4 me impactó profundamente. "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" fue la llave que abrió la puerta de mi corazón a la fe cristiana y a Aquél único Pan de Vida que puede saciar toda necesidad.

Mi conversión, en el sencillo templo de la Iglesia de la Alianza Cristiana y Misionera de Santiago, fue total y desde esa noche he procurado servir al Señor utilizando todos los dones y talentos que Él, en su misericordia, ha puesto en mis manos. Evidentemente Él me ha tratado por medio de distintas circunstancias; como todos he cometido errores, he caído a veces, pero siempre me he vuelto a levantar con el impulso del Espíritu Santo. Entiendo que Cristo desea configurarse en cada cristiano, como tan bien lo señala el apóstol en Romanos 8:28,29 "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos".

El Señor me ha hecho conocer distintas comunidades cristianas, entre las cuales destacan la Iglesia Cristiana Pentecostal de Valparaíso, donde aprendí a llevar una vida devocional y relacionarme espiritualmente con el Amado a través de la oración, la alabanza, el ayuno y la meditación de su Palabra. Luego, en el Movimiento de Renovación de la Iglesia, fundado por el Doctor Juan Carlos Ortiz, aprendí a ser un discípulo de Jesucristo, viviendo diariamente y en forma práctica el Evangelio del Reino. Participé en una de las comunidades del Pastor Néstor Soto y mi maestro en el discipulado fue el hermano David Soto Godoy. A través de los años fui formado como líder y en 1992 ordenado pastor, liderando durante tres años la comunidad de la V Región.

En 1986 fundé la Corporación Resplandor, una comunidad de samaritanos al servicio de las personas ciegas. En dicha obra recibimos el apoyo de diversas entidades, como la Iglesia Evangélica Luterana de Chile, The Lutherans Braille Workers y la Organización Nacional de Ciegos Españoles, entre otras. A través de esa obra se formaron numerosos hermanos que brindan su apostolado en las instituciones de ciegos de la V Región de Chile.

Paralelamente, a nivel profesional, he trabajado en distintas escuelas de ciegos del país, dependientes del Ministerio de Educación, ocupando tanto cargos de profesor como técnico-administrativo. También serví en el Instituto Nacional de Capacitación Profesional, en la Universidad de Tarapacá, en el Centro de Diagnóstico de Viña del Mar y en la Universidad de Valparaíso. Además he sido docente en el Instituto Profesional Helen Keller y en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Por otro lado desarrollo actividades artísticas y culturales tales como: exposiciones de mis pintura, recitales poéticos, participación en el Grupo Literario La Mano y docencia en talleres de pintura y poesía.

En 1997 el Señor me llevó a fundar el Ministerio El Buen Samaritano, obra interdenominacional e internacional, cuyo propósito era entregar a la Iglesia y la sociedad la visión de una fe que obra en misericordia; capacitar "samaritanos" (voluntarios cristianos) y plantar mesones (grupos de samaritanos) en las iglesias de todo el mundo, para el servicio y la evangelización de las personas discapacitadas. El énfasis del M.B.S. es la formación y capacitación de samaritanos.

El año 2006 el Señor trajo una nueva inspiración a mi vida, la de plantar una iglesia cuyo propósito fuese dar a conocer a la sociedad la Persona del Señor Jesucristo; anunciar el Evangelio del Reino de Dios y formar discípulos cristianos capaces de desarrollar virtudes, hacer buenas obras y multiplicarse en nuevos discípulos. Así nace la Iglesia Cristiana Discípulos de Jesucristo. El énfasis de la I.C.D.J. es la formación de discípulos y capacitación de líderes para la iglesia del siglo XXI.

Sólo me resta decir que mi vida transcurre feliz junto a mi amada esposa, Elena Montaner Sepúlveda, familia, hermanos, discípulos, amigos y alumnos. Al revisar mi testimonio puedo darme cuenta del maravilloso plan de Dios para mi vida y quienes me rodean. El pan que Él nos ha dado se ha multiplicado de tal forma, que no sólo nos ha alimentado a nosotros sino a muchos más. También puedo entender que ese sencillo texto tiene una trascendencia tal en mi vida que es como el gen espiritual que Cristo puso en mi interior el día de mi nuevo nacimiento, ser uno que alimenta a la multitud, sin ser merecedor de tal privilegio. Como a Simón Pedro le dijo "No temas; desde ahora serás pescador de hombres" (Lucas 5:10b), me parece escucharlo diciéndome ya que eres un educador de ciegos, no seas más un ciego guía de ciegos, sino que de ahora en adelante abrirás los ojos de los que están en tinieblas.

Sólo al Señor Jesucristo, Maestro y Samaritano de la Humanidad, sea la gloria y la alabanza.



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