“El que es enseñado en la palabra,
haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.”
Gálatas 6:6
¡Cuán
importante es conocer la voluntad de Aquél que nos pensó en la eternidad y
luego nos creó para nacer y hacer toda una vida en esta tierra! No somos hijos
del azar ni de la casualidad, sino de la voluntad y deseo de Uno que es eterno
e inteligente, un amante Padre Celestial. Podemos conocer Sus pensamientos y Su
voluntad para con Sus criaturas (seres humanos, animales, vegetales, minerales,
etc.) leyendo ese manual de vida llamado La Biblia. En este libro sagrado usted
podrá encontrar no sólo bellas y dramáticas historias, sino también poesía,
reflexiones espirituales y consejos para la vida diaria.
Pero
como es un gran libro, una verdadera colección de escritos de muchos escritores
a través de varios siglos, de culturas distintas a la nuestra, a veces es
necesario que alguien más adelantado que nosotros en conocimientos
espirituales, nos guíe en su comprensión e interpretación. Son una gran
cantidad de escritores inspirados por un solo Autor. Doy gracias a Dios porque
he tenido, desde mis inicios en el camino de Cristo, hermanos sabios y
entendidos en la Palabra de Dios, que supieron enseñarme con amor y paciencia a
comprenderla, pero sobre todo a practicarla.
Si
usted está siendo enseñado en la Biblia, sea agradecido con su maestro o tutor
en el Evangelio y demuéstreselo con gestos que expresen esa gratitud. Será una
forma práctica de decirle a Dios, a través de ese hombre o mujer: “Gracias
Señor.”
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