¡Cuán necesario es orar para que vivamos en una sociedad en paz y en la que prospere el Evangelio! Estamos pasando tiempos críticos a nivel económico, político, moral y espiritual. El sistema de este mundo está colapsando y requiere, como nunca antes, de nuestra oración e intensa búsqueda del Padre.
Vienen a nuestra memoria las palabras de San Pablo a su discípulo Timoteo: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; / por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. / Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, / el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. / Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, / el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” (1 Timoteo 2:1-6)
Por eso este domingo, motivados por nuestro hermano Luis Linares, de El Salvador, nos uniremos a iglesias de diversas latitudes para rogar por las naciones. Pediremos al Padre por sabiduría, inteligencia y justicia para nuestras autoridades civiles, militares y eclesiásticas; pero sobre todo rogaremos por un fuerte avivamiento, tiempos de evangelización y conversión, un nuevo Pentecostés para la Iglesia y el mundo.
Amados discípulos: les ruego que se unan a esta oración en sus hogares y en la Iglesia, para que muchos "hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad." El Señor bendiga vuestras vidas.
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